Relaciones laborales saludables

01/12/2024 - Recursos humanos

La salud es uno de los pilares del bienestar laboral y uno de los factores determinantes de sociedades sanas. Sabido es que se ha considerado como un estado de bienestar “físico, mental y social”, que va más allá de la ausencia de enfermedad o afecciones. Como tal, es un derecho y se han proyectado escenarios ideales donde toda persona debe tener un nivel de vida que asegure su salud y su bienestar. Como derecho está interrelacionado con otros y tiene diversas aristas. En este caso, el establecimiento de relaciones laborales saludables, antes que nada, debe priorizar la salud de la persona trabajadora, tanto física, psicológica como socialmente, de ahí que se suma al diálogo el concepto de entorno laboral saludable.

Para la Real Academia Española, toda relación conlleva “conexión, correspondencia de algo con otra cosa” (RAE, 2024), por ende, se espera que el entorno laboral procure esa correspondencia al establecer políticas y protocolos que normen las conductas indeseables en los entornos laborales. No se debe olvidar que la salud depende del grado de bienestar social de un país, de una región, y ello relaciona la salud con la economía y la política, dado que son las que proveen a las sociedades de recursos para acceder a la atención de la salud. Visto así, el establecimiento de relaciones laborales saludables no es un hecho aislado que depende solo de la relación de la persona trabajadora con su cuerpo y su mente, sino del grado de bienestar que le otorga su espacio laboral, en tanto, el bienestar social que tenga un país otorgará un estado de bienestar a la empresa. Todas estas relaciones forman parte del ecosistema del bienestar. No obstante, es posible que desde las empresas y las instituciones se trabaje para generar bienestar y procurar la salud.

La promoción de la salud en el trabajo se debe a una conversación fructífera entre personas empleadoras, trabajadoras y actores interesados, para lo cual, se han establecido principios fundamentales: 1. “Carácter participativo y empoderador”: implica que las personas trabajadoras participan en comités que deciden o implementan acciones para mejorar la salud en el trabajo; 2. “Cooperación multisectorial y multidisciplinaria”: participación de entidades diversas interesadas en la salud; 3. “Justicia social: los programas se ofrecen a todos los miembros del lugar de trabajo”, sin distinciones o discriminaciones de ningún tipo; 4. “Sostenibilidad”: considera la promoción y la protección de salud como partes integrales del ser de la empresa; y “Carácter integral”: se trata de una cuestión estructural, que va más allá de lo personal (Casas, & Klijn, 2006, p. 4). Estos principios guían la implementación de acciones para promover relaciones saludables en el trabajo, puesto que toda relación debe procurar la salud en los entornos de trabajo.

¿Qué es un entorno de trabajo?

Definir qué es un entorno de trabajo saludable no ha sido una tarea fácil. Hay quienes aseguran que la definición vendrá según sea el sector del cual emerja, algunos consideran se relaciona con la prevención de daños físicos específicos, con la cultura organizacional de la empresa, con implementación de programas para el equilibrio laboral o con las remuneraciones que dan valor al trabajo realizado, sin embargo, se considera como entorno al “conjunto de cualidades, atributos o propiedades relativamente permanentes de un ambiente de trabajo concreto que son percibidas, sentidas o experimentadas por las personas que componen la organización empresarial y que influyen sobre su conducta, la satisfacción y la productividad”, (Casas, & Klijn, 2006, p. 4). Podemos entonces retomar la definición de entorno de trabajo de la OMS: “Aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del ambiente de trabajo” (OMS, 2010).

Pero no se piense que ello depende solo de acciones conjuntas, debe basarse en el Ambiente físico: mobiliario, maquinaria, ventilación, proceso de producción,  incluso al aire libre, en casos de trabajo en vehículo o a la intemperie, en sí del espacio de trabajo que debe minimizar los riesgos. Asimismo, debe pensarse en el Ambiente psicosocial: organización laboral, cultura organizacional, valores, creencias, actitudes, prácticas, factores estresantes en el lugar de trabajo. Influyen también  los Recursos personales de salud en el trabajo: “el entorno propicio, los servicios de salud, la información, los recursos, las oportunidades y la flexibilidad que brinda una empresa a los trabajadores con el objeto de apoyar o motivar sus esfuerzos por mejorar o mantener sus prácticas personales de estilo de vida saludable, así como vigilar y apoyar su estado actual de salud física y mental”, hasta la Participación de la empresa en la comunidad (OMS, 2010).  

¿Qué acciones concretas se pueden llevar a cabo para generar entornos de trabajo saludables?

Generar relacionales laborales saludables es una tarea que depende de diversos factores, por ello es que al definir a un líder, se habla de aquella persona que cuida la salud de su equipo de trabajo, al propiciar su superación personal a través de sus actividades, que evita el micromanagement, la coacción y la presión laboral con sobrecarga y falta de confianza. Lograrlo depende también de recursos, porque son éstos los que otorgarán la posibilidad de mejorar el espacio físico y el bienestar físico, en tanto atención a la salud, ello lleva implícita la remuneración y las condiciones contractuales de trabajo.

En sí, hay algunas acciones que se pueden implementar con base  en los cuatro “planos” mencionados recomendadas por la OMS: capacitación en seguridad, utilización de equipo de seguridad, brindar utensilios ergonómicos, controles de ingeniería y administrativos que incluyen mantenimiento, limpieza y prohibición de actividades y hábitos nocivos. En cuanto a lo psicosocial, puede comenzarse con la implementación de encuestas y entrevistas para evaluar y detectar, con base en ello, es posible la reasignación de trabajo para reducir carga, capacitar en comunicación estratégica a líderes y encargados de grupos, reducir uso de mensajería fuera de horario de trabajo, implementar protocolos y políticas de cero tolerancia ante la violencia y la discriminación, “flexibilidad para abordar situaciones de conflicto”, adecuaciones de horario y espacio de trabajo, así como proteger a la persona que trabaja  al capacitar en “prevención de conflicto o situaciones de acoso”.

Respecto a recursos personales de salud, se puede subsidiar alimentos saludables, adecuar procesos para fomentar la movilización y evitar el sedentarismo, adecuar instalaciones para ejercitarse, “prestar servicios de salud confidenciales”, como exámenes médicos, de audición, de visión, de sangre, de VIH, implementar programas de apoyo, como dejar de fumar, o capacitación para reconocer síntomas y lograr una atención temprana, incluso recurrir a instituciones que tienen planes de acción para el trabajo, como el ELSSA del IMSS. Para el plano de participación de la empresa en la comunidad, se puede instituir políticas de igualdad de género, programas de alfabetización para personas trabajadoras y sus familias, trabajar con planificadores de la comunidad para mejorarla, practicar programas de reciclaje, reutilización y reducción (OMS, 2010).

La variabilidad de acciones da razón a la definición extensiva de “entornos de trabajo saludables”, puesto que ellas dependen del giro de la empresa, de su ubicación, de los riesgos que represente el trabajo para las personas que trabajan. Lo que sí es invariable, es que la ética de trabajo debe priorizar la salud de las personas, y se dice que es una acción inteligente porque “la riqueza de una empresa depende de la salud de los trabajadores”.

Referencias

Casas SB, Klijn TP. (2006). Promoción de la salud y su entorno laboral saludable. Rev Latino-am Enfermagem14(1), pp. 136-41. https://www.scielo.br/j/rlae/a/Htfc5SpcDQPw8LSsSGsKdCs/?format=pdf&lang=es

IMSS. (s.f.). ELSSA. Entornos Laborales Seguros y Saludableshttps://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/elssa/infografias/Desarrollo_Conceptual_ELSSA.pdf

OMS. (2010). Ambientes de trabajo saludables: un entorno para la acción. Para empleadores, trabajadores, autoridades normativas y profesionaleshttps://www3.paho.org/hq/dmdocuments/2010/Healthy%20Workplaces_Print%20Version_SPANISH.pdf