Comercio internacional y Normas ISO

17/01/2025 - Servicios especializados

Llevar productos y servicios al terreno global requiere de cumplir con estándares y certificaciones que dan certezas a los mercados internacionales, sin embargo, las circunstancias que viven países en vías de desarrollo o con economías en transición no son las mismas de los países desarrollados. A pesar de ello, los consumidores, todas aquellas personas a quienes se dirigen esos servicios o productos, esa clientela o personas usuarias prospectivas, esperan calidad. Establecer normas implica que se cumple con ciertos requerimientos básicos, se protege a los destinatarios finales, en sí, que se ha pasado por una infraestructura de calidad y se ha aprobado dicho tránsito, es decir, se ha tenido una metrología, normas y evaluación de la conformidad, en sí, “la mezcla técnica integrada necesaria para que un país comercie exitosamente” (ISO/ONUDI, s.f., p. 5).

Según la RAE, la calidad la “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”, y dichas propiedades deben adecuarse a ciertas “características especificadas”, por ende, entendemos que la calidad es finalmente resultado de un proceso de creación y producción de algo, que con el tiempo ha definido lo que es más óptimo, que representa la excelencia y superioridad. Establecer qué es la calidad implica todo un sistema y quien se apega a este sistema tiene mayores posibilidades de  obtener beneficios. En un mundo globalizado, la armonía en la normalización es deseable para permitir la comercialización sin discriminación, pero priorizando la calidad. Para entender el sistema de generación de normas y valorar la participación de los países en su creación, habremos de entender cómo se lleva esto a cabo, dado que el sector empresarial se rige por estos parámetros y su seguimiento. ¿Cómo decidir y cómo crear normas acordes a cada región?

Infraestructura de la calidad

Esta infraestructura tiene 3 pilares fundamentales: 1. La metrología, es decir, las medidas que regirán las normas, deben ser precisas y confiables, por ejemplo, longitud, masa, tiempo, volumen; 2. Normas, o bien,  la base técnica para la comercialización de productos y servicios; y 3. La evaluación de conformidad, a saber, demostrar el cumplimiento de los requisitos “específicos de un producto, persona, proceso, sistema u organismo” y conlleva “muestreo, inspección, ensayos y certificación” (ISO/ONUDI, s.f., p. 10). Y dentro de esta infraestructura tenemos a tres actores fundamentales: productores o distribuidores, compradores y proveedores de acreditación. Este actor final es muy importante cuando se requiere o no se tienen las condiciones específicas necesarias en el terreno nacional o regional y se requiere de organismos imparciales.

Se espera que los países tengan su Organismo de Nacional de Normalización (ONN), que establezca las normas acordes con su contexto y sus posibilidades, dado que tener una participación activa en el “desarrollo de normas” debe considerar “las prioridades económicas nacionales, la disponibilidad de la experiencia y los recursos necesarios”, ya que no todos los países se encuentran bajo las mismas circunstancias. Sin embargo, se reconoce que una  equivalencia de las normas es deseable y lleva a facilitar el comercio, entonces, se entiende que toda empresa, país o sector que no se apegue a estas normas internacionales mengua sus  posibilidades comerciales. Tales regulaciones tienen preferencia por asegurar la calidad, evitar eventualidades y se han apegado a programas de mejora continua que han facilitado acuerdos multinacionales.

La Organización Internacional para la Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), es una organización no gubernamental, conformada por los ONN de 157 países, con un portafolio de más de 17 000 normas. Su nivel de acción se extiende a casi todos los campos, excepto el “electrotécnico”, a cargo de la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC, por sus siglas en inglés), y el de telecomunicaciones, encabezado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés). En conjunto, estas tres “conforman la World Standards Cooperation (WSC)” (ISO/ONUDI, s.f., p. 9). Las normas ISO han adquirido tal relevancia que, por ejemplo, la Comisión del Codex Alimentarius (CAC), “ha adoptado más de 100 normas ISO sobre métodos de ensayo y temas relacionados con el sector alimenticio. Mientras las medidas SFS se basan en normas CAC, IPPC y OIE, los procedimientos de evaluación de la conformidad, incluyendo muestreo, inspección, certificación y ensayos, se basan en las normas ISO” (p. 15).

¿Qué es una norma?

Las normas tienen la función de llevar a cabo una reducción de la variedad innecesaria, si nos basamos en la Guía ISO 2:2004, toda norma es un “documento, establecido por consenso y aprobado por un organismo reconocido, que ofrece reglas, lineamientos o características de uso común y repetido, para actividades o sus resultados, y que pretenden lograr un grado óptimo de orden dentro de un contexto dado” (ISO/ONUDI, s.f., p. 17). Destacan las normas acerca de sistemas de gestión, de gestión de la calidad, del medioambiente, de higiene de alimentos y de seguridad de la información. En México, la norma para la operación y administración de sistemas  de aseguramiento de calidad, ISO 9000, ha tenido gran centralidad para la comercialización internacional de productos. Esta norma se divide en otras más: ISO 9001, referente a las áreas de diseño, desarrollo, producción, instalación y servicios; ISO 9002, para modelo de producción e instalación: ISO 9003, para pruebas e inspecciones finales; e ISO 9004, sobre lineamientos específicos para crear e instrumentar un sistema de control de calidad (Godínez, & Pérez, 2022, p. 2).

Como se dijo, cada país decide cuáles normas le son necesarias; la recomendación es atender la normativa internacional para evitar los Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC), es decir, que demasiadas reglamentaciones  y normas técnicas dificulten el comercio, sin embargo, se reconoce que cada país puede establecer las normas, reglamentaciones y evaluaciones de conformidad que considere necesarias para proteger la vida o salud humanas, animal o vegetal u otros intereses de los consumidores. En sí, se espera que los países tomen en cuenta la equivalencia y reconocimiento mutuo de normas. En México, la Norma Oficial Mexicana tiene como objetivo la “normalización, caracterización, acreditamiento y verificación de productos y servicios”, con posibilidad de emitir 4 tipos de normas: de metrología; normas emitidas por las secretarías de Estado sobre requisitos y especificaciones de productos y servicios para dar seguridad al consumidor, y proteger medio ambiente y recursos naturales; normas emergentes con vigencia de 6 meses y carácter de urgencia; y normas voluntarias, referentes a elevar la calidad de productos para el mercado interno y externo, no pueden ser inferiores a las NOM y se pretende se homogenicen con las normas internacionales para generar competitividad  (Godínez, & Pérez, 2022, p. 3).

Todas aquellas empresas que tengan certificaciones en normas ISO tienen mayores posibilidades de crecer. Las normas ISO 9000 no son las únicas, y han tenido una evolución, ya que las normas tiene una revisión periódica para adecuarse a contextos actuales y empatarse con otras normas que han entrado en boga, por ejemplo, las ISO 14 OOO, referentes a la gestión ambiental y mejora del desempeño ecológico, así como la ISO 45 001, sobre la gestión de la seguridad y la salud ocupacional.

Si tu empresa tiene como meta alcanzar estándares internacionales, debe certificarse y apegarse a normas ISO para llevar sus productos a la competitividad global. En México, organismos encargados de elaboración de planes y normas son el Instituto Mexicano de Normalización y Certificación (INMC), la Asociación Mexicana para la Calidad (AMC), el Instituto Avanzado para la Calidad Total (IACT) o la Fundación Mexicana para la Calidad Total. Aunque la certificación por excelencia está a cargo de la Dirección General de Normas (DGN), adscrita a la Secretaría de Economía (SE), y al Consejo Nacional de Normalización de Competencias Laborales, que son quienes compaginan la normativa local con estándares internacionales.

REFERENCIAS

Godínez Rivera, M. T., & Pérez Calderón, R. (2022). Norma ISO 9000. Su evolución y e importancia en la comercialización internacional. Gestión y Estrategiahttps://gestionyestrategia.azc.uam.mx/index.php/rge/article/view/268/956

ISO/ONUDI.  (s.f.). Progresar rápidamente. Organismos Nacionales de Normalización en Países en Desarrollo. https://www.iso.org/files/live/sites/isoorg/files/archive/pdf/en/fast_forward-es.pdf

Medici, Lelis. (2020). ISO 9000. Evolución hacia la calidad total. Publicaciones de Ciencia y Tecnología14(1), pp. 3-13. doi: http://doi.org/10.13140/RG.2.2.27619.48162

Real Academia Española. (s.f.). Diccionario de la lengua españolahttps://dle.rae.es/calidad

Secretaría de Economía [SE]. (2021). ¿Sabes cómo te benefician las Normas Oficiales Mexicanas? https://www.gob.mx/se/acciones-y-programas/sabes-como-te-benefician-las-normas-oficiales-mexicanas?state=published