Ética para IA en entornos laborales: el reto silencioso de cada jornada
03/08/2025 - Reclutamiento de TI Servicios especializados
Quizá hayamos escuchado que debemos implementar buenas prácticas para transmitir lecciones valiosas en la gobernanza de la IA. El sector empresarial ha adoptado la IA como herramienta decisiva para regular la información de las compañías con el fin de tomar decisiones informadas y formular estrategias efectivas. Y esta adopción supone el ejercicio de una gobernanza ética en ese uso, pero ¿qué es la ética?, y ¿cómo influye en la dinámica laboral de mi compañía?, ¿qué debo hacer yo para actuar éticamente en el uso de la IA?
Primeramente, debemos saber que la gobernanza depende de la industria. En sí, se trata de qué puntos ciegos tiene esa industria para saber cómo actuar y qué precauciones o pasos seguir para llegar a un resultado ético. Como tal, la ética es la rama de la filosofía que se encargó de pensar cómo debían llevarse a cabo las relaciones entre las personas, no significa determinar qué es malo y qué no, porque será la moral la que guíe según contextos culturales esta conducta, pero sí con una base en los Derechos Humanos (DD. HH.), regular que toda relación humana, social, cultural tenga una perspectiva en las personas. Cuando trasladamos la “ética” al terreno de la tecnología, se trata de establecer las bases que regularán nuestra relación con la tecnología en un marco de DD. HH.
Las respuestas al uso ético de la IA forman parte de un aprendizaje colectivo, y cuando se hace uso de esta tecnología, se debe pensar en función de cómo nuestra relación con la IA puede poner en peligro o causar daño, exponer o vulnerar, discriminar o transmitir errores. Para regular el uso de la IA en nuestros entornos laborales estas son acciones necesarias:
-Todo CEO debe comprender cómo funciona la IA y saber las políticas de uso responsable que regulan la IA que usa su empresa. Quien dirige debe comprender los alcances y las limitaciones.
-Aprendizaje continuo es clave, ya que los sesgos son creados por las mismas personas usuarias. La IA se equivoca.
-La seguridad. Tus datos son valiosos, por ello, se deben priorizar servicios que valoren la seguridad de la persona usuaria.
-No se debe alimentar la IA con información sensible, confidencial, información de la clientela o propiedad intelectual. No debes compartir datos sensibles de tu organización.
-Al usarla debes verificar la información de diversas fuentes. De ahí que el pensamiento crítico es esencial: verifica hechos, busca diversos puntos de vista, comprueba la existencia de las fuentes, contrasta y compara.
-Crea espacios de diálogo y retroalimentación entre personas usuarias que trabajan en tu organización para conocer la eficiencia y plantear dilemas éticos en el uso local.
-Ten presente que la IA no reemplaza al ser humano.
Los contextos internacionales ha establecido deberes éticos mínimos que se deben cumplir cuando se hace uso de IA, estos deberes debes tenerlos presente al implementar IA en tu organización:
Minimizar los daños (seguridad y protección): ello implica “una norma sobre seguridad debe establecer un procedimiento claro para medir, probar y certificar la funcionalidad de un sistema de IA basado en datos”.
Maximizar los beneficios: “Los beneficios potenciales deben superar el posible riesgo para los sujetos, las comunidades y el medio ambiente. Esto se relaciona con la promoción del bienestar, el bien común y los objetivos de desarrollo sostenible”.
Respeto y autonomía: procesos “centrados en las personas”, las personas son participantes activos en el uso de IA, asimismo, se debe proteger a las personas que “analizan y entrenan los algoritmos, reconociendo sus derechos laborales y vigilando las cadenas de subcontratación”.
Garantizar la privacidad y la identidad personal: deben existir políticas de protección de datos personales, transparencia en la recogida de datos, preservar “la identidad personal y la continuidad del comportamiento personal frente a modificaciones no consensuadas por terceros (privacidad mental), en el marco de lo que se han llamado nuevos “neuroderechos” protectores de la libertad cognitiva o autodeterminación mental”.
Protección del medio ambiente y las generaciones futuras: aquí tenemos un gran debate, pues sabido es que “los grandes centros de computación y de almacenamiento de datos en la nube requieren enormes cantidades de energía y tienen una alta huella por emisiones de CO2”.
Promover la inclusión y la justicia: “se impulsarán los algoritmos abiertos y el conocimiento compartido para favorecer la distribución de los beneficios de la IA” (Txetxu Ausín, 2021, pp. 6-9).
Si tu empresa usa IA, te habrás dado cuenta que gran parte del uso ético depende de ti. En los contextos internacionales, la reflexión y la regulación están sobre la mesa, y son las personas usuarias las encargadas de generar espacios que los lleven a generar precedentes en buenas prácticas que dejen grandes lecciones.
REFERENCIAS
Txetxu, A. (2021). ¿Por qué ética para la Inteligencia Artificial? Lo viejo, lo nuevo y lo espurio. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/8155412.pdf
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