La revolución de la IA
04/04/2024 - Recursos humanos
El concepto de Inteligencia Artificial fue acuñado en 1956 para referirse a habilidades que semejan a las humanas en cuestiones cognoscitivas llevadas a cabo por sistemas informáticos. Fue John McCarthy quien encabezó la llamada Conferencia de Dartmouth para reflexionar y averiguar cómo se podría crear una máquina que simulara el aprendizaje y la inteligencia humanos. Fueron 10 personas las que participaron en este encuentro, sin embargo, nos quedamos con la definición de IA dada por McCarthy para efectos prácticos: “Es la ciencia e ingeniería para construir máquinas inteligentes, especialmente, programas de computación inteligentes. Así como, lo relativo a la tarea de usar computadoras para entender la inteligencia humana, pero no limitada a métodos observables biológicamente” (Barrera-Arrestegui, 2012, p. 88). Y es que a partir de la IA generativa, cuya presencia se ha despuntado recientemente, lo relacionado con la IA se ha llevado a la reflexión de manera masiva y ha surgido la alarma en el ámbito laboral. Pero, ¿qué implica el uso de la IA, en qué momento estamos respecto a ello y cómo revolucionará los recursos humanos? Para dilucidar lo anterior, comencemos por definir qué fases de IA hay.
Fases de IA
Se han llamado: Inteligencia Artificial Estrecha (en inglés Artificial Narrow Intelligence [ANI]), Inteligencia Artificial General (Artificial General Intelligence [AGI]) y Súper Inteligencia Artificial (Artificial Superintelligence [ASI]). Y aunque parece que con el revuelo actual estuviéramos en la última fase, lo interesante es que apenas estamos en el comienzo, a saber, en la ANI. Esta fase es el tipo de IA que utilizamos día a día, en diversas aplicaciones móviles y para diversas actividades diarias, piénsese en el GPS, en los buscadores de internet, en las plataformas de entretenimiento, en los chats de IA. Esta IA tiene la característica de enfocarse en una sola tarea, “realizando un trabajo repetitivo dentro de un rango predefinido por sus creadores”. La AGI, en tanto, define a la inteligencia que alcanza capacidades cognoscitivas humanas, y la ASI es aquella que supera a la inteligencia humana (Smink, 2023).
Visto así, la fase en la que nos encontramos parecería inofensiva, pero bajo los esquemas actuales y el desarrollo acelerado de la tecnología, se cree que estamos a punto de entrar en la segunda etapa. La IA generativa “se trata de la rama de la IA que se dedica a generar contenido original a partir de datos existentes (usualmente sacados de internet) en respuesta a instrucciones de un usuario”. A este tipo pertenecen los chats que tanta resonancia han tenido, por simplificar tareas, ordenar datos, investigar y cotejar información, y es así, como al aprender patrones en los datos, la IA débil puede sustituir algunas actividades que antes habían sido realizadas por humanos. Es en esta fase donde estamos y donde se han encontrado innumerables aplicaciones en diversas áreas. Recientemente, en el Foro Económico Mundial, se presentó la Aldea Global, cuya intención es utilizar Realidad Aumentada (RA) para prevenir riesgos en cadenas de suministro de la manufactura, con aplicaciones todavía por esperar. Esta es solo una prueba, la IA se ha utilizado ya en el área de la salud, en el diagnóstico de cánceres a través de imágenes.
Esta IA tiene como componentes principales el Deep learning, Machine learning, Neuro computing y Natural language processing, cuyos usos se dan en áreas como “la salud, la conexión interindustrial (hibridación), la ciberseguridad, el comercio electrónico, la publicidad y el marketing, las finanzas y los seguros, las propias empresas de inteligencia artificial y la Internet de las cosas” (Cabanelas-Omil, 2019).
Gobernanza y uso de la IA
Cuando un programa de IA “genera habilidades o crea respuestas inesperadas” se está ante el fenómeno de la “caja negra”, esto es lo que James Maneka experimentó cuando él y su equipo se dieron cuenta de que su programa de IA podía traducir al bengalí con muy pocas indicaciones en ese idioma. Y se llama caja negra porque quienes investigan no saben cómo se llega a eso o qué sucede. El potencial de la IA es grandísimo debido a esas capacidades y a la velocidad con que puede desarrollarse. En los foros internacionales, como lo fue en el Parlamento Europeo en 2023, se votó la creación de marcos legales o instrumentos jurídicos sobre IA que regulen su uso y su desarrollo. Esta preocupación ha venido en aumento, según informa el Foro Económico Mundial: “En 127 países, el número de proyectos de ley que hacen referencia a la inteligencia artificial ha pasado de uno en 2016 a 37 en 2022”. Este incremento tiene su base en las lagunas y los planteamientos que han surgido en relación al uso de IA y derechos de autor, el uso masivo de IA y los riesgos que supone, como la producción de información errónea o la desinformación en sí.
Para la expertise, se debe comenzar con una gobernanza de los algoritmos antes de pasar al proceso de creación de ley. Esto significa que las empresas y quienes crean IA deben establecer protocolos claros sobre lo que proponen en relación a su uso y su desarrollo, estos elementos van desde la especificación de sus enfoques hasta la transparencia en los procesos de uso: la “especificación comercial y técnica”, “fases de recogida de datos”, “evaluación y mejora”, así como “evaluación de riegos”, “cartas y principios de buenas prácticas”. Para todo lo anterior, se recomiendan los comités de ética. Posterior a ello, se deberá comenzar el trabajo de regulación de ley, un paso decisivo para la humanidad, dados los riesgos asociados. Se trata de una reflexión colectiva y conjunta. En palabras de Ian Hogarth, “Lo principal es que deberíamos tener un debate mucho más público sobre la rapidez con la que progresan estos sistemas y lo diferentes que son de las generaciones anteriores de software”. Esta rapidez implica tener la disposición para entablar un diálogo en común, abierto y multidisciplinario, donde se hable sobre las implicaciones éticas, sociológicas, antropológicas y en sí, humanas, de esta tecnología para comenzar a tomar decisiones certeras y establecer los marcos legales de su operación.
IA y RR. HH.
A pesar de estar en la primera fase de la IA, nos encontramos ante un panorama con focos rojos. La llamada Cuarta Revolución Industrial está relacionada con la digitalización empresarial en todos los sectores y de maneras inesperadas. Las organizaciones se vuelven más diligentes y resueltas, optan por las redes de colaboraciones para innovar y mejorar la calidad de sus productos y sus servicios, todo ello acorde con una sociedad que ha volcado gran parte de su quehacer social en el mundo digital. En consecuencia, la incorporación de la IA en el sector empresarial es inminente. Ante tal circunstancia, las empresas deben crear estrategias que se ajusten a los cambios acelerados del desarrollo tecnológico y ello tiene que ver directamente con sus recursos humanos. ¿Cómo gestionar este cambio y qué supone?
Cuando una empresa se digitaliza estamos ante automatización de procesos, evaluación de riesgos, eficiencia y productividad a la alza. Asimismo, se revoluciona el mercado laboral, trabajos quedan obsoletos y otros nuevos surgen. Por tal razón, en el presente sector empresarial se habla de reciclaje de habilidades, de habilidades blandas, de capacitación y formación de personal, así como de mejoras del clima organizacional. Pero todo ello, tiene una causa central: el uso de tecnologías. El impacto, entonces, de la IA en RR. HH., es crucial: si una empresa recurre a las tecnologías para ser competitiva, deberá llevar a su recurso más importante, el humano, al nivel de la innovación tecnológica.
Para RR. HH., los pros incluyen la eficiencia en la identificación de candidatos y candidatas, ser mayormente imparcial en evaluaciones del desempeño, identificar tendencias en cuanto a cultura organizacional, recomendaciones de desempeño y esclarecimiento de metas de manera específica, así como diagnosticar necesidades inclusivas y apoyar en cuestiones de gestión de cambio y retroalimentación. Pero si una organización no está preparada en este terreno, no sabrá cómo abordar los cambios que supone la incorporación de las tecnologías en su día a día y su nivel de competitividad caerá. Es imprescindible también que las empresas estén al tanto de los riesgos asociados al uso de tecnologías e IA, dado que los sesgos y la filtración de información, así como la falta de protocolos de uso de IA pueden afectar su desempeño e impulsar un descenso irreversible. Una empresa informada establece protocolos de uso de tecnologías y está al tanto de los riesgos asociados.
La inversión en ciberseguridad, la formación cibernética del personal y una cultura digital sana no deben dejarse de lado. Cuántas son las personas que trabajan cuyo conocimiento sobre la propiedad intelectual es nulo, cuántas son las personas que trabajan con desconocimiento sobre los componentes de la IA y qué implica su uso, cuántas son las empresas que han formado a su personal en relación con las buenas prácticas de uso de IA. Muchos de los riesgos a los que se enfrenta una empresa en el contexto actual están relacionados con la filtración de información y la suplantación de identidad debidas al mal uso tecnológico de su personal. Si el recurso humano es esencial y el motor principal de una empresa, su desarrollo debe ir a la par de los instrumentos que su empresa pone a su disposición, pero también, de los paradigmas a los que se enfrenta la sociedad global.
Referencias
Barrera-Arrestegui, L. (2012). Fundamentos históricos y filosóficos de la inteligencia artificial UCV-HACER. Revista de Investigación y Cultura, 1(1), 87-92. Chiclayo, Perú: Universidad César Vallejo.
Cabanelas-Omil, J. (2019). Inteligencia artificial ¿Dr. Jekyll o Mr. Hyde? Mercados y Negocios, (40). Universidad de Guadalajara. https://www.redalyc.org/journal/5718/571860888002/571860888002.pdf
Foro Económico Mundial. (2023). IA: Por qué las empresas deben crear una gobernanza algorítmica antes de la ley. https://es.weforum.org/agenda/2023/10/ia-por-que-las-empresas-deben-crear-una-gobernanza-algoritmica-antes-que-la-ley/
Smink, V. (2023). Las 3 etapas de la inteligencia artificial: en cuál estamos y por qué muchos piensan que la tercera puede ser fatal. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-65617676
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