La tecnología blockchain: una nueva revolución
30/06/2024 - Servicios especializados
La existencia del internet ha supuesto la presencia de datos, miles y millones de datos que se generan a cada instante. Pero toda esta información, cuando se trata de datos relevantes para ciertas transacciones, ha sido almacenada por entidades que la centralizan. Hemos visto a grandes empresas hacer trueques con esos datos, es decir, esa información significa y su significado puede traducirse en maneras de crear valor. Ya desde 1982, se menciona a David Chaum como uno de los criptógrafos que pensaban en la protección de la privacidad en operaciones de transferencias con valores, de ahí que sus investigaciones y sus propuestas al respecto sean un antecedente de la creación de la cadena de bloques, la blockchain, presentada al mundo en 2008 por una figura desconocida: Satoshi Nakamoto. Dicha figura o grupo de ellas, mejoró el trabajo que se venía haciendo al presentar el software del Bitcoin, que soportaría la criptomoneda.
La blockchain desde entonces se ha proyectado como una de las tecnologías más seguras para manejar la veracidad de los datos. La producción de información que debe gestionarse en el mundo actual es grandísima y esa información debe ser verificable. Pero, ¿cómo podría lograrse esta verificación de manera certera, que evite el hackeo? Porque sabemos que la información en internet puede falsearse, puede obtenerse por medios no lícitos y puede manipularse. En la actualidad, cuando hablamos de la cadena de bloques no solo nos referimos a criptomonedas, a pesar de que el sistema fue creado para ellas, nos referimos también a almacenamiento, bases de datos y encriptación, todo ello enfocado en la seguridad y en la transmisión veraz de la información. Comencemos por entender a ciencia cierta qué es una blockchain para poder proyectar las aplicaciones que tendrá y tiene en la actualidad.
Conceptos principales
Lo primero será saber que existen sistemas centralizados y descentralizados. Los primeros son aquellos donde hay una entidad que media la transacción de la información, por ejemplo, en la web hay grandes organizaciones que contienen cantidades enormes de información que ellas mismas regulan, si esta unidad central falla, tendremos una caída del sistema; y los segundos, llamados Distributed Ledger Technology (DLT por sus siglas en inglés), se tratan de elementos de un sistema que se conectan entre sí, por lo tanto, esta información que se guarda, no depende de una sola entidad, sino que está distribuida en todos los dispositivos que forman parte de la red, estos se llaman nodos. Cada uno de estos elementos de la red guarda una copia de esa información. La desventaja de estos sistemas es que no hay una regulación en sí, no existe esa unidad central que regula el flujo de la información y es posible que se pueda robar información o incitar actos ilícitos.
¿Cómo se ubica la tecnología de la cadena de bloques en esto? En sí, esta tecnología recoge el modelo del sistema descentralizado, pero asegura la veracidad de la información a través de una cadena de bloques. En tal contexto, nos podemos preguntar, ¿qué contiene un bloque y cómo se forma? Primeramente, la información que se transmite en un bloque se encripta, es decir, que se traduce a un lenguaje transcrito a “claves”. La manera de cifrar que utiliza la blockchain es hash SHA-256, por lo tanto, un bloque se conforma por información cifrada que produce un hash. Dicho hash es un elemento que se graba en el bloque, junto con un “registro de transacciones”, o sea, lo que se realizó, cuál fue el acuerdo, qué se intercambió, dónde, por quién, y finalmente, una prueba de trabajo, llamada Proof of Work (POW), que es un problema a resolver y su resolución se lleva a cabo por medio de prueba y error. Las personas que resuelven estos problemas se llaman mineros, y quien resuelve el problema recibe una parte proporcional de Bitcoin. Una vez que se ha resuelto y todas las personas usuarias de esta red descentralizada confirman que se ha resuelto, el bloque se cierra y se ubica al final de la cadena de bloques. En él lleva guardado el hash del bloque anterior, es decir, todo el movimiento que se realizó en la transacción anterior, por ello, cada transacción hecha queda guardada y es imborrable. Así se forma la cadena, cada bloque lleva el hash del bloque anterior, el registro de la transacción presente y la POW, de esta manera se encadenan y es imposible que se alteren, debido al sistema descentralizado que guarda una copia en cada nodo.
Mucho se ha hablado de que la blockchain es como un gran “libro contable”, donde se registra cada movimiento, y este libro se copia en todos los nodos; otra característica es que en este libro no se puede borrar lo hecho, solo se puede escribir lo nuevo. Una vez que sabemos que una blockchain se sirve de un sistema descentralizado y de la encriptación: el cifrado de información, que permite que los datos sean ilegibles a excepción de un destinatario final, podemos entender por qué es segura. Para entender la encriptación debemos saber que hay un Input: mensaje que queremos cifrar, un proceso de encriptación: el protocolo a seguir, y un output: mensaje encriptado. Este protocolo a seguir ha sido Peer-to-Peer, que posibilita intercambiar información directamente entre las computadoras interconectadas, y este intercambio es en cualquier formato. Es un programa que “conecta” a las personas usuarias mediante una red que no necesita de servidores.
Ahora bien, estas redes pueden tener dos tipos de accesos: público y privado. El primero permite el acceso a cualquier persona, mientras que el segundo exige una autorización. En la actualidad hay grandes empresas cuya información se almacena en Amazon Web Service (AWSS) y Open Connect (Martínez-Pérez, 2022, p. 11), pero también hay redes más cercanas a la blockchain, como BitTorrent. Estas redes, públicas y privadas tienen cada una sus normas y sus códigos. En resumidas cuentas, tenemos información que se almacena en bloques, estos bloques “suelen almacenar información de transacciones con un token” (Martínez-Pérez, 2022, p. 17). Este token tiene un valor, según se le haya asignado a eso que representa, y cada bloque tiene información de las transacciones hechas con ese token.
Hemos visto también que esta tecnología blockchain fue propuesta por Satoshi Nakamoto para el dinero electrónico, para evitar la falsificación y la emisión desmesurada de monedas a través de la encriptación en sistemas descentralizados y el almacenamiento en cadena de bloques (EDTeam, 2021). Pero en sí, ¿qué beneficios tiene esta tecnología? Veamos: la llamada “inmutabilidad de la red”, es decir, que los datos no se pueden alterar o borrar; la trazabilidad, o bien, podemos tener un registro del movimiento exacto de esa información, de sus transacciones, de su ubicación, etc.; reduce la intermediación y sus transacciones son veloces. Son precisamente estas características las que dotan a esta tecnología de su capacidad para ser aplicada en diferentes sectores.
A partir de esta propuesta, Ethereum, de la mano de Vitalik Buterin, desarrolló una plataforma open source donde se pueden crear apps con esta tecnología, porque ella te brinda la infraestructura del blockchain, a través de ella puedes programar tu propia blockchain. Bitcoin tiene su propia blockchain, y Ethereum te da la posibilidad de crear tu propia blockchain. Fue así como surgieron los NFT y los Smart Contracts, (ya propuestos en los noventa por el criptógrafo Nick Szabo): “programas que tienen una lógica”, esa lógica son los “términos” almacenados en una base de datos distribuida, el contrato se cumple solo si se llevan a cabo ciertas cláusulas preestablecidas en el programa. Los límites de estos contratos era su limitación a la red, o bien, no podrían conectarse con datos externos a la red, por ejemplo, precios. Este problema se resolvió en 2019 con Chainlink, “una red de oráculos descentralizada”, donde un oráculo es un “fragmento de programa que traduce datos al lenguaje legible para los Smart contracts”.
Aplicaciones de la blockchain
Visto el desarrollo de la tecnología blockchain, como surgió para asegurar la transparencia de los datos, su veracidad y su inalterabilidad, y como se va transformando para poder hacer transacciones autónomas, podemos deducir sus aplicaciones en diferentes áreas. Es así como permite el control de servicios y productos, además de reducir costos, tanto en trámites, validaciones. Ya se ha usado para las cadenas de suministros, pues permite trazar las operaciones que se involucran en la creación de un producto o mercancía. Se ha utilizado en la minería, para determinar el origen de los metales o materias primas y así certificarlas. Esta trazabilidad pone en la mesa de juego la transparencia, de manera que se puede generar valor gracias a ella. Se puede saber de dónde provienen los alimentos, incluso la energía, y si han sido tratados de manera adecuada y con los estándares requeridos. En México, ya se ha implementado en la agricultura, “con plataformas como GrainChain o EthicHub”, la utilizan compañías como PEMEX, S-Energía, Finterra, RightsMarket y Bitmex.
Las aplicaciones que tendrá la blockchain están por verse, pero sus aportaciones ya se están implementando en diversos sectores, ya que es una forma de identidad digital que abre el campo a diversos mercados y servicios. ¿Cómo puede generar valor para nuestras empresas según su giro?, es una pregunta decisiva para toda organización cuyo objetivo es permanecer y afianzarse en el futuro de una manera segura y transparente.
Referencias
Marín-Pérez, C. (2022). Tecnología blockchain: origen, funcionamiento y usos. https://zaguan.unizar.es/record/111139/files/TAZ-TFG-2022-362.pdf
EDTeam. (2021). ¿Qué es Blockchain y cómo funciona? [Video]. YouTube. https://youtu.be/mKCcki6azHo?si=8SQ1htx6Xi3Afa7D
DW Español. (2022). El poder del blockchain. https://www.youtube.com/watch?v=9wbnhwR0bR0&t=23s
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