Mindset y transformación digital: éxito de los procesos

19/07/2024 - Recursos humanos

¿Qué significa creer? La mayoría de las personas empleadoras, la mayoría de las personas trabajadoras, la mayoría de los seres humanos creemos. Creer significa “tener por cierto que algo o alguien existe verdaderamente” (RAE, 2024), y ese algo puede ser una idea que ha vivido por mucho tiempo en nuestra sociedad, que transmitimos por costumbre y que reproducimos por hábito. Cuántas veces hacemos cosas porque creemos que debería de ser así y porque creemos que somos de tal o cual manera. Creer ha configurado la mayoría de nuestras decisiones, y no es que creer esté mal, más bien, habría que cuestionar cuáles son nuestras creencias y qué nos está impidiendo movernos en el presente como peces en el agua.

En el mundo empresarial se está viviendo una transición hacia modelos digitales de negocios, ello conlleva un trabajo arduo de adaptabilidad e innovación, porque de no emprender este camino el panorama para cualquier organización se vería reducido, así como su competitividad. La creciente extensión de la industria 4.0 tiene una relación estrecha con la digitalización, ya que provee al sector empresarial de productos y tecnologías capaces de personalizarse y adecuarse para acoplarse a una logística, a los requerimientos mecánicos, es capaz de registrar fallos y hacer mejoras. En este sentido, es innegable que las posibilidades ofrecidas por la digitalización llevan al fortalecimiento empresarial. Esto no quiere decir que el enfoque de una organización sea digital junto con sus productos y sus servicios, sino que sus procesos y sistemas de trabajo se flexibilizan, el manejo de la información se precisa, se ordena y se revaloriza, se promueve el intercambio con unidades distantes y se es capaz de relacionarse con los mercados emergentes y con una sociedad que también se digitaliza. Pero, ¿qué cambios implica para una empresa, para el personal, para una persona el proceso de transformación digital? La respuesta está encadenada a los llamados modelos mentales y cómo aprender sobre ello nos puede ayudar en esta coyuntura tecnológica.

Modelos mentales en la transformación digital

Los modelos mentales en la transformación digital se refieren a la forma en que las personas comprenden, conceptualizan y abordan la digitalización y sus implicaciones en los negocios y la sociedad. Individuos y personas tienen maneras de adoptar nuevas tecnologías, procesos y prácticas, un modelo mental en este ámbito puede repercutir en la transición del papel al archivo digital, en la automatización de procesos o la integración de inteligencia artificial y machine learning a las prácticas laborales.

Para la psicóloga Carol Dweck, pilar en la reflexión de la mentalidad, la motivación y el desarrollo, existen dos modelos mentales que denominó la mentalidad fija o fixed mindset y la mentalidad de crecimiento o mindset growth. La primera implica creer que las cualidades personales son inmutables, no pueden cambiarse (Dweck, 2006, p. 10); mientras que la segunda nos lleva a creer que las cualidades son cultivables por medio del esfuerzo. Individuos con mentalidad de crecimiento tienen una pasión por los retos, ejercen una búsqueda de la autosuperación, incluso ante las dificultades (Dweck, 2006, p. 13). Las personas con mentalidad fija creen que su inteligencia está grabada en piedra y no pueden hacer nada más que mantenerse en una lucha constante por afirmar sus cualidades ante los demás.

Visto así, identificar el modelo de pensamiento que estamos poniendo en práctica a la hora de enfrentar o emprender la transformación digital es crucial para el éxito empresarial. Carol Dweck (2006) afirmaba que las personas con una mentalidad de crecimiento tenían mayor conocimiento sobre sus habilidades y las áreas en las que eran menos capaces, pero trabajaban en ello. En el contexto de la transformación digital, adoptar una mentalidad de crecimiento es fundamental, ya que permite a las personas y organizaciones adaptarse y evolucionar continuamente en respuesta a la celeridad tecnológica y del mercado. Permite a los individuos y empresas ver los desafíos como oportunidades para aprender y crecer, en lugar de obstáculos insuperables.

Para llevar a cabo la transformación digital como mindset se requiere:

  1. Cuestionar prácticas establecidas, es decir, analizar y replantear los métodos tradicionales para determinar el impacto que tendrá la digitalización en las prácticas y qué obstáculos serían los primeros a vencer.
  2. Aprender constantemente y mantenerse actualizado con los avances tecnológicos. No basta solo conocer, sino ir a la vanguardia y adentrarse en los cambios profundos que supone el uso de un modelo digital, porque de ello pueden surgir también innovaciones que revolucionen a la empresa misma.
  3. Adaptarse rápidamente, ser flexible y ágil para implementar cambios.
  4. Mentalidad abierta y orientada al futuro, para buscar nuevas oportunidades y soluciones digitales.

Transformación digital en México

No todas las empresas ni los países tienen el mismo alcance digital, en el caso de México, se ha encontrado que el sector empresarial, tanto grandes empresas como PYMES, piensan la transformación digital como un proceso gradual, y no como “una nueva configuración en la que intervienen en tiempo real actores sociales, dispositivos y plataformas”. Y aunque se han adoptado “tecnologías maduras” en las prácticas empresariales, es la industria automotriz la que lleva la delantera debido a sus conexiones y regulaciones internacionales. En general, las tecnologías mayormente incorporadas en México son “la analítica de grandes datos y la computación en la nube” (Casalet, 2020, pp. 8-9).

En este contexto, uno de los grandes retos en México es la “cultura de gestión jerarquizada”, porque la digitalización requiere de articular áreas diversas, con una perspectiva multidisciplinaria y transversal. Es un proceso complejo, demanda infraestructura, regulaciones, relaciones con mercados internacionales y, sobre todo, la capacidad que tenga una empresa de visualizar modelos digitales de negocios. Esto último es parte de un proceso colaborativo y de apostar por la inversión en tecnología, esta inversión lleva implícita la preparación y capacitación constante del personal. Las competencias digitales van de la mano de un deseo fehaciente por aprender y desarrollarse, por llevar a cabo tareas distintas que antes no requerían nuestros trabajos, por la capacitación en áreas de matemáticas, programación y seguridad tecnológica. El primer paso es abrirse al cambio con un conocimiento claro de las habilidades que se poseen y cuáles necesitan desarrollarse; enseguida, allegarse al conocimiento y colaborar con personas diversas, para dinamizar nuestro campo de acción; aprender de las posibilidades de diversas plataformas y operarlas con la mente puesta en innovar en nuestro sector empresarial, pero también de colaborar para el fortalecimiento conjunto.

La mentalidad de crecimiento se repone al error y aprende de él, está dispuesta a invertir en su propia transformación para superar obstáculos, gracias a que su mente está enfocada en los aprendizajes que obtiene a partir de la experiencia y no en los fracasos. Para los griegos había una bios: la dimensión humana, biológica, propia de la vida; y una zoe: la naturaleza salvaje de esa vida humana. Es así que la mentalidad de crecimiento debe vivir esa zoe y estar preparado para moverse en ella con la clara convicción de que transformarse es una manera natural de la bios.

Referencias

Casalet, Mónica. (2020). El futuro incierto de la digitalización en México: ¿Podremos despegar?  http://dx.doi.org/10.24275/ETYPUAM/NE/E052020/Casalet

Dweck, Carol. (2006). Minset. The new psychology of success. How we can learn to fulfill our potential. New York: Random House.

Real Academia Española (RAE). (2024). Creerhttps://dle.rae.es/creer